Carta a mi amigo ateo

Querido amigo,

A menudo mantenemos largas charlas, que tienden a convertirse en monólogos, dónde tú hablas y yo escucho. En silencio contemplo tus razones, y más allá de ellas leo tus angustias y frustraciones, como un libro abierto ante mis ojos.

La mayoría de las veces, nada digo, callo ante tus disertaciones, primero porque conozco bien las repuestas que me darías, y en segundo lugar, porque oyéndome, aumentaría aún más tu enervamiento y tensión interior. A veces, en muy rara ocasión, te observo receptivo, y es en esos escasos momentos donde es verdaderamente posible el diálogo… pero esto sucede tan rara vez que hasta resulta extraño. Por eso te escribo.

Hablas una y otra vez de la Ciencia como tu dios que todo lo explica. Acudes a ella constantemente y a ella te aferras como un náufrago a su tabla. Has convertido el conocimiento en la idea que da sentido a tu vida, a todo lo que haces y eres, pero  tú mismo, siendo inteligente, careces de la sabiduría necesaria para comprender que no eres feliz ahora y que rara vez lo has sido en el pasado. Nunca has tenido paz, y eso que me consta que eres persona honestísima. Claro está que la paz de espíritu no es sólo  cuestión de conciencia tranquila.

¿Cómo es posible que siendo inteligente y de mente analítica nunca hayas comprendido esta verdad? ¿Cómo es posible que no entendieras que la filosofía vital con la que una persona afronta la existencia determina su dicha o infelicidad? y… ¿cómo es posible que viviendo una y otra vez esa experiencia de insatisfacción no te hicieras esa pregunta incómoda que todo hombre o mujer debiera formularse  tarde o temprano; «por qué»?

Sí, por qué tanto vacío e insatisfacción. La cuestión es si se tiene el valor de asumir que uno mismo está equivocado en los propios planteamientos vitales o es que la existencia misma carece de sentido. Pero si esto último fuera cierto…. todos experimentaríamos esa misma frustración, miedo, infelicidad… Y no es así. Yo mismo, amigo mío, que te escribo estas líneas, rompo en añicos esa teoría y ese razonamiento. La vida puede ser plena.

Constantemente equiparas a la fe y a la ciencia en el mismo plano. Si  efectúa un cirujano una operación a una persona no encontrará su alma como un órgano corporal más, si se busca a Dios en el espacio exterior no se le encontrará en ningún rincón de la galaxia, los fenómenos naturales se explican por la ciencia, no por una voluntad divina… y así sucesivamente. Y te equivocas una y otra vez al intentar sujetar la fe a la mera razón humana y convertir la religión en superstición.

Para entender la dimensión de la fe habrás de comprender algo íntimo de la naturaleza humana, su capacidad de amar y su tendencia a ser egoísta. En esa dicotomía interior se dilucida las razones del espíritu, otra lógica muy distinta de la razón científica, pero que incumbe directamente a nuestro espíritu, y sobre todo, a nuestra experiencia vital, a lo que sentimos, bien sea felicidad, bien sea angustia.

Me dirás que para ello no hace falta Dios, y te replico que sin El todo tu interior será negrura, incapaz de distinguir el verdadero amor del puro egoísmo. De hecho… ¿qué es tu insatisfacción sino la muestra palpable y evidente de la ausencia de Dios en tu alma? Comprendo que esto tan claro para mí te resulte oscuro e incomprensible para ti, pero atiende. ¿Qué es nuestra capacidad de amar sino nuestra habilidad para trascender de nosotros mismos, de olvidar nuestros intereses egoístas para descubrir a los demás e interesarnos con bondad por ellos? ¿Y qué es Dios sino esa misma trascendencia? Por ello siempre oirás a todo creyente que haya experimentado esa trascendencia en sí decir con el pleno convencimiento del que sabe verdaderamente algo, que Dios es Amor. Y el que experimenta esta verdad descansa en paz y feliz porque sólo en el verdadero amor se experimenta esto.

Si yo te  ofreciera esta opción; ¿qué prefieres? ¿ser feliz o saber mucho? ¿Qué me responderías? Sé que piensas que es el conocimiento lo que da la felicidad, como muchos otros creen que el dinero… o la familia, o las más variopintas razones. Por lógica habría de elegirse la opción de ser feliz, porque siendo felices todo lo demás resulta accesorio. De hecho sucede, que eligiendo malas opciones, buscando la felicidad, no la encontramos pues ésta sólo es posible cuando la persona elige como principal meta en su vida el Amor, la trascendencia, Dios. Dios no es incompatible con ningún valor honesto de la existencia, pero sí reclama para sí que sea tenido en primer lugar para que nosotros gocemos de su paz y felicidad en nuestro corazón. Este es un requisito impreso en la propia naturaleza de nuestra alma como una característica indeleble. Esta experiencia vital que proporciona la fe no es incompatible con el conocimiento científico que pregonas, porque de hecho no existe conflicto entre ambas porque se mueven en planos -el material y el espiritual- que no se tocan.

Si quieres descubrir y experimentar a Dios en ti, no hace falta que apuntes un telescopio al rincón más recondito del Universo como tantas veces has ironizado. Mira sinceramente en tu corazón y busca amarle sobre todas las cosas … en Él hallarás  la paz de la que careces. Deseo sinceramente que llegue el día en que descubras esto.

Un abrazo con cariño

S.R.

6 Respuestas a “Carta a mi amigo ateo

  1. Muchas gracias. Voy a llevarle esta carta a un amigo. Gracias por el blog!

  2. Lo que se está haciendo aquí es echar nuestras perlas a los cerdos, se volverán y nos querrán destrozar, más vale orar por ellos y sólo darles un mensaje y ya, fin del asunto, porque así se evita las blasfemias y demás actitudes que producen juicio y cero bendición en ellos.

    • Hola Angel, tal vez tengas razón, pero entonces… ¿la fe queda recluida, nuestro testimonio apagado, sólo hablan ellos?
      Es verdad que ocasionalmente llega al blog algún mensaje ofensivo que no se publica y que recibe, como bien indicas, una oración para cambiar ese corazón contaminado por el odio. Por contra son numerosísimas las correspondencias de agradecimiento, de compartir, los que buscan consejo…
      Gracias por tu comentario

    • Respeto sus creencias. como igual pido respeto a las mias. pero nunca por ningun motivo han dudado?

  3. Ciertamente, sólo nos queda callar. Se está desatando una violencia generalizada, por ahora verbal, solo por ahora, en el ateísmo. Ayer mismo mantuve una controversia en Twitter en la que se hablaba de «luchar en todos los frentes contra la supercherías católicas», «eliminar de argumentos magufos que hacen supersticioso al pueblo ignorante». Cuando se me ocurrió sugerir que su fe inmarcesible en la creación del Universo a partir de un explosión de un punto singular de materia sumergido en la nada podría ser tan poco creíble para mí como para ellos lo es la acción de un Ser invisible pero infinitamente bueno e infinitamente sabio, omnisciente y todopoderoso arreciaron insultos y amenazas inconcebibles en personas que, según ellos, se declaraban garantes de la sabiduría y pruebas vivas de la tendencia a mejorar de la humanidad…

  4. tal vez tengas razon pero …..

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